Oraciones a la Santa Muerte
La Santa Muerte es una deidad en la que muchas personas creemos porque se trata de la más justa y bondadosa. Todos tenemos la certeza de que terminaremos un día en sus brazos y eso es verdad.
Nadie escapa de ella y a través de ello demuestra su justicia, llevándose a ricos, pobres, hombres, mujeres, creyentes o no. Sin embargo, para quienes creemos en la Santa Muerte es muy probable que seamos participes de su bondad y milagros.
Índice de contenidos
Oraciones a la Santa Muerte disponibles
En el siguiente menú encontrarás las oraciones a la Santa Muerte que hasta ahora hemos compartido en nuestro portal. Siéntete libre de navegar por las diversas secciones, para ello simplemente debes hacer clic (o tocar la pantalla, en caso de que estés viendo esta web desde un dispositivo móvil) sobre la respectiva imagen de la plegaria que desees ver.
- Blanca
- Roja
- Negra
- Para protección
- Para pedir un favor
- Para el trabajo
- Para dominar
- Para el amor imposible
- Para que me busque
- Para que regrese ser amado
- Para atraer al ser amado
- Para el dinero
- Para la familia
- Oración de agradecimiento
- Para la salud
Lista de reproducción en YouTube
¿Cómo prefieres disfrutar una oración?, ¿en video o en texto? Para que tu navegación y experiencia se vea enriquecida hemos dispuesto en cada publicación un video que contiene el rezo presentado en cuestión, de tal forma que si no deseas leer puedas simplemente darle «play» al video, y escuchar la narración.
Enseguida te vamos a dejar una lista de reproducción, que contiene cada uno de los videos que hemos presentado hasta ahora sobre la niña blanca.
Historia de la Santa Muerte
La historia de la Santísima Muerte es muy antigua, dentro de la cual, es conocida por diversos nombres como la niña blanca, la Santísima, la Santa Muerte, etc. Y ha sido parte de la fe indígena a lo largo de los siglos desde mucho antes de la dominación Española. Actualmente se venera en México y otras partes del continente Americano, como Centro américa.
Era venerada desde antes de la colonización de América por indígenas nativos de nuestro continente, culturas como la maya o azteca y raíces de las mismas. Durante la conquista, se impuso una nueva religión suprimiendo muchas costumbres nativas. Entre estas costumbres era la de venerar a sus muertos y a su vez, a la muerte.
La nueva religión era completamente diferente a las creencias que poseían, por ello, se impusieron castigos crueles para quienes profanaran cultos y creencias que no eran adecuados para los católicos. Fue entonces cuando los indígenas, obligados a creer en un nuevo dios, cedieron ocultando su adoración a la muerte. Pero la siguieron adorando a escondidas hasta nuestros tiempos, donde se hace culto con menos prejuicios que antes.
Se estima que su adoración data de más de tres mil años y es que para las culturas de la antigüedad la finalización del ciclo vital siempre ha significado un acontecimiento importante. En las antiguas culturas mesoamericanas, era el paso a un mundo distinto, como el paraíso católico.
La vida es un viaje y culmina con al terminar la vida, para dar inicio a un nuevo viaje que permite la evolución espiritual.
Se adoraba a la muerte para obtener los favores en la vida, para aprender en esta vida lo necesario y evolucionar espiritualmente. Por ello, es comprensible que la muerte fuera convirtiéndose en una deidad muy importante.
Los indígenas en sus cultos pedían por los seres queridos que habían muerto, para que alcanzaran la luz y tuvieran un buen viaje. Los guerreros no tenían miedo a morir pues la guerra era parte de la vida y quién moría en combate lo hacía dignamente. Los curanderos de la antigüedad realizaban cultos oscuros para favorecer acontecimientos, para pedir por la vida de los gobernantes y la salud.
La fe hacía la Santa Muerte y los conocimientos en herbolaria eran un dúo para combatir las enfermedades de esos tiempos. Pero también se realizaba brujería para dañar a las personas y pueblos enemigos.
Actualmente, existen curanderos y brujos en Catemaco, Veracruz, donde se puede acudir para recibir sanación mediante la herbolaria, o también para trabajos de brujería.
Qué representa la Santa Muerte
La Santa Muerte representa mucho más que una imagen; representa vida y trascendencia. En la vida nos acompaña de la mano para que los eventos que ocurran sean tomados con sabiduría, mientras que al morir, nos guía para ascender a un nuevo mundo.
Es fácil comprender porque las personas que adoran a la Santísima Muerte, sean valientes y no tengan miedo a morir; pues comprenden que se trata solo de una transición. De la finalización de un plano para atravesar otro.
Sobre un prejuicio bastante difundido
Se tiene el prejuicio de que los delincuentes, narcotraficantes y personas que realizan actividades ilegales adoran a la Santa Muerte. Pero no es así. De hecho, personas con amor por la vida y la familia también lo hacen; aquellos que trabajan diario de sol a sol para mantener una familia rinden culto a la Santa Muerte.
La niña blanca es fiel protectora, y cada día que nos regala nos invita a disfrutar y agradecer pues se viene a la vida a aprender, ser feliz y crecer espiritualmente.
¿Por qué rezarle a la Niña Blanca?
La Santísima Muerte, es milagrosa, piadosa y protectora. Cualquier problema que se deje en sus manos es solucionado. Es quién comprende el dolor y la alegría.
Existe un cuento en México sobre Dios y la Santa Muerte, donde podrá comprenderse porque rezarla a la niña Blanca:
Se dice que un campesino trabajaba duro todos los días y siempre pasaba hambre porque tenía que compartir la comida con su esposa y 6 hijos.
Un día el campesino, le pidió a su esposa que preparara un tamal grande, con la única gallina que tenían. Él se lo comería en el campo mientras realizaba sus labores al día siguiente.
Llego el día en que el hombre fue al campo a trabajar con el tamal en mano y cuando iba a comer apareció Dios. Era un hombre vestido de vagabundo, muy flaco y con largo cabello y barba. Éste le dijo,- Amigo, yo soy dios y tengo hambre, por favor, compárteme de tu alimento y te llenaré de bendiciones.
El campesino se negó diciendo: – No te compartiré de mi comida, pues soy pobre. Nunca me has ayudado siquiera un poco y me tienes en la pobreza sufriendo. En eso dios se fue.
Fue entonces cuando apareció un hombre elegante vestido de catrín y le dijo: – Amigo tengo hambre, ¿me podrías compartir de tu alimento? Yo soy la muerte.
Entonces el campesino respondió: – A ti si te comparto amigo, pues tú si eres justo, te llevas a ricos y pobres, hombres, mujeres y favoreces a todos sin tener distinciones.
Cuando la muerte terminó de comer, le dio al campesino muchas monedas de oro por el favor, por lo que el hombre ya no vivió en la pobreza por el resto de sus días.
Recomendaciones para el momento de la oración
En primer lugar, se requiere de fe. No hay una forma definida de establecer amistad con la niña blanca más que la fe y el dialogo directo. Sin embargo, es importante tener un altar donde ella pueda establecer contacto contigo.
En este caso, se requiere una concentración óptima para establecer contacto y pedirle ayuda. El uso de incienso, fragancias y hierbas son apropiados para un vínculo inmediato y más poderoso.
En tu altar debes tener su figura, es recomendable vestirle del color que desees o tener varias imágenes de ella con sus colores diversos. Brindarle agua y semillas para su alimento. Aunque parezca ridículo ponerle alimento a un ser espiritual, no debemos olvidar que los alimentos también son energía y ella agradece que la cuides como ella te cuidará.
Por lo tanto, haz un altar, cuida de tu Santísima y háblale con mucha fe; como una verdadera amiga, cuéntale lo que sientes, incluso si son cosas muy íntimas, ella sabrá entender y te guiará para que todo salga bien.
Es posible, pedir favores de mayor magnitud, por ejemplo en el amor, para vencer enemigos, incluso para desearle el mal a alguien. Pero, considero que esto no es necesario, pues la Santísima es tan justa que si dañas a alguien también podrías ocasionarte un daño a ti mismo.